martes, 8 de julio de 2014

Malas costumbres


Arrastro la mala costumbre de andar con bastantes malas costumbres. 
Por ejemplo, la costumbre de sentir dolor, un dolor paralizante, ante determinadas cosas.
La costumbre de no saber defenderme.
La costumbre de darle vueltas y vueltas a hechos que no tienen remedio, como un burro en una noria, para terminar (mareada y aturdida) viendo que, como siempre, la cosa sobre la que yo giraba ciegamente sigue en su sitio, ajena a mí y a mis vueltas insensatas...  
Me digo por enésima vez y con la encendida convicción de siempre que hay cosas que son como son y que mejor sería asumirlo rapidito y mantener a raya la pena...
Ahora vuelvo a la cama, donde el aire salado de mi pecho se hace más amable y más fácil. 
Abro las compuertas.
Enciendo mi imaginación.
Y vuelo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario