jueves, 8 de mayo de 2014

Escena primera


Escena 1ª
 
El escenario está vacío y oscuro. Vacío, salvo por una mesa en el centro.
 
Aparece por la izquierda una persona adormilada, con el pelo revuelto, intentos repetitivos de bostezos; va sujetando una taza con mano de plastilina, por lo que el café del interior tiembla como con un estremecimiento de fiebre... La mujer (sí, mejor una mujer) llega torpemente hasta el centro del escenario, donde está la pantalla de un ordenador sobre el escritorio (un foco de luz cae sobre él en ese momento, para realzar su importancia) y se sienta delante...

(¿Cómo representar esa lasitud? ¿Cómo traducir en un sonido la rotura del alma? ¿Qué puede hacer o decir la persona de la taza temblorosa cuando se sienta ante el ordenador y abre el correo y encuentra el vacío?...)

La mujer despeinada abre el correo, toma un sorbo de café mientras se abre la página... la pantalla da un fogonazo en blanco que ilumina una lágrima y el esmalte de la cerámica de la taza. Se enciende entonces la luz de la habitación (de la escena, digo) y entra un adolescente
 
--Mamá ¿dónde está la camiseta que te dije...?
 
 











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